Cuando hablamos de prosperidad, lo primero que solemos pensar es en dinero. Pero la prosperidad va mucho más allá de temas económicos, se trata de salud, de bienestar, amor, vitalidad, relaciones armoniosas. Prosperidad la encontramos en cualquier ámbito de la vida.
En este blog quiero compartir 19 semillas para crear un jardín de prosperidad, basado en las enseñanzas de Gerardo Schmedling.
Si bien, el listado está enfocado hacia los ambientes de trabajo, esto puede ser aplicado en cualquier ambiente, en cualquier relación. Comencemos.
1. Sea lo que sea a lo que te dediques hazlo con gusto. No importa la labor o actividad que estés realizando o la que te pongan a realizar, hazla con entusiasmo. Si estudiaste un doctorado y llegaste con la ilusión de construir un robot, pero en lugar de eso te pusieron a diligenciar encuestas, hazlo con amor. No importa lo que sea que te hayan puesto a hacer, siempre da lo mejor de ti.
2. Ofrece colaboración incondicional y con entusiasmo, sin quejas ni resentimientos. No hay una mejor disposición que aquella que está siempre abierta a servir. Recuerda que las quejas también pueden ser mentales. Así te quedes en silencio, el universo escucha tus pensamientos.
3. Comprométete con lo que estás haciendo. No lo veas como una obligación, sino más bien como una decisión que has tomado libremente. Si lo analizas por un momento, no estás obligado a conservar un trabajo, en cualquier momento puedes renunciar. Puede que mentalmente te sientas obligado, pero al final, es decisión tuya si lo conservas o no. Por eso, aunque no estés en el trabajo de tus sueños, comprométete a dar lo mejor.
4. Que tu único propósito sea servir con agrado y amor. Que rico es apoyar la felicidad de otros, porque entiendes que su felicidad es tu felicidad. Recuerda la ley de dar y recibir. Para recibir siempre tendrás que dar.
5. Regala siempre una sonrisa, regala siempre una palabra amable. A veces uno no sabe el efecto que una sonrisa o una palabra amable puede generar en otra persona. Cuando estés molesto o triste sonríe. Sonríele al espejo, sonríele a tus colegas, sonríele a la vida.
6. Comunícate siempre con optimismo. Que tus pensamientos, palabras y acciones siempre reflejen alegría. Que esa energía sea una constante en tu vida, especialmente cuando las cosas no van como esperas.
7. Escucha con atención lo que los demás te dicen. Cuando los escuches, libérate de cualquier crítica o juicio, de lo contrario estarás escuchando tus propios pensamientos. Escucha abiertamente, independientemente de que estés o no de acuerdo.
8. Siempre estés dispuesto a aprender. Acá no me refiero solo a un nuevo conocimiento en el trabajo. Hay alguien siempre que te está enviando mensajes y oportunidades para aprender: la vida. Escucha a la vida y aprende lo que ella te quiere mostrar. No te metas en el drama que a veces viene con las situaciones, solo observa, observa las coincidencias que te llevaron a esa situación y verás que estás donde estás por alguna razón.
9. Valora cualquier propuesta, especialmente aquellas que consideras que no sirven o son bobas. Y voy más allá, valora a aquellos que consideran que tus propuestas no sirven.
10. Acepta ideas diferentes y vuélvete una persona flexible. La rigidez paraliza y así como paraliza bloquea la prosperidad.
11. Todas las personas son importantes para ti. No importa de dónde vengan, no importa el saldo de su cuenta bancaria, no importa su cargo, no importa su capacidad.
12. Valora a todas las personas, a todos tus colegas, a todos tus compañeros, a todos los miembros de tu familia, valora a tu pareja, aun cuando se equivocan.
13. Generar propuestas de mejoramiento en vez de imponer ideas. A nadie le gusta que le impongan. Por lo tanto, siempre haz propuestas para que algo mejore, sea una relación, un ambiente, un proceso.
14. Reconoce las cualidades de las personas. Todos tenemos alguna cualidad y ahí es de donde sacaremos nuestro mayor potencial. Reconócelas y aprovéchalas para el beneficio de todos.
15. Muestra comprensión hacia las personas y las situaciones. Generalmente solo conocemos un muy pequeño porcentaje de los pensamientos y experiencias de las personas y nos basamos en eso para juzgar. Todos tenemos un camino diferente, pero todos somos valiosos.
16. Manifiesta siempre bienestar con todos los que te rodean. Cuida tu mente y tu cuerpo y refléjalo a las personas con las que te relacionas. A veces no es necesario manifestarlo con palabras, solo con tu presencia, con tu energía es suficiente.
17. Ve alegría en todas las personas.
18. Sustenta todas tus relaciones en la confianza mutua. No hay mejor aliado que la confianza para tener y atraer relaciones armoniosas. Conviértete en una persona confiable.
19. Solo debes compartir una cosa: tus valores. Aquellos que se sustentan en el amor.
Durante casi toda mi vida laboral he aplicado estas semillas y puedo decir con plena certeza que los resultados son mágicos y aunque he pasado por situaciones insatisfactorias, mi disposición para aprender de cada una, me ha llevado a tener prosperidad en muchos ámbitos.
De hecho, no solo lo he verificado en mi vida, hace varios años conocí a una persona (precisamente del trabajo) totalmente insatisfecha con lo que hacía, con su jefe, con su salario, con sus compañeros. Las conversaciones con él eran mayormente quejas. En su trabajo, se limitaba a hacer lo que estaba por contrato, se levantaba con mala disposición para iniciar el día esperando que fueran rapidamente las 6pm para irse a su casa a descansar.
Para completar (y aunque lo entiendo), se molestaba cuando le decía que él mismo estaba generando esa situación. Para él era lógico sentirse desgraciado ante un empleo como el que tenía. ¡Claro! Él no era consciente que sus pensamientos y su actitud era lo que lo mantenían atrapado en esa situación. Finalmente, renunció a su trabajo, pero los años siguientes fueron un desfile de trabajos, renuncias y despidos, uno tras otro, acompañados de quejas y conflictos.
Era irónico que una persona tan buena en su profesión fuera tan inestable laboralmente, Sin embargo, la respuesta radica en una sola cosa: puede que seas muy bueno en lo que haces, pero si eso es opacado con malas relaciones, estarás lejos de encontrar el trabajo que quieres.
Afortunadamente para él, entendió cómo su actitud estaba atrayendo esos empleos, por lo que tomó la decisión de hacer un cambio interior. Hoy, tiene un trabajo satisfactorio, con un excelente salario, un jefe que confía en él y unos compañeros que lo apoyan.
La sabiduría no solo son palabras motivacionales, que suenan bonito. La sabiduría es una realidad verificable que, a través de su aplicación sostenida, te llevará a la vida que siempre has soñado.
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